Artista donde los haya o matemático místico al servicio del arte.

Prueba durante años distintas técnicas basadas en los grandes artistas clásicos pero llevadas al arte contemporáneo porque estando concentrado en una sola técnica no hay errores de distracción y así puedes evolucionar más rápidamente, como él mismo nos cuenta en su web.



Cristian Faur ahora está experimentando con ceras, color, matemáticas y filosofía, todo mezclado al unísono. Se basa en los estudios de Ludwig Wittgenstein y a partir de ahí ha creado un alfabeto de colores, teniendo en cuenta cada espacio, cada signo de puntuación, letras mayúsculas, significado de la palabra, frases, para las vocales usa unos colores más saturados, para las consonantes labiales uno distinto que para las dentales... (ni los babilonios, vamos)realizando un estudio matemático con validaciones entre letra y color. Un verdadero trabajo de chinos lo de hacer una obra para este artista, ya que relaciona textos con los colores que usa, es decir, sus cuadros pueden leerse si comprendes el idioma, claro.


En su web encontraréis la forma de traducir su idioma, un poco complicado el místico de Faur pero a él le funciona y el resultado es increíble.