Y el chicle... pa lo que sea.


Si ayer fueron los colores de los lápices hoy es el rosa y la elasticidad del chicle.



Porque no dejamos de ser niños y porque nos gusta ver hasta donde está el límite humano, dedicamos este post al escultor Maurizio Savini que hace estas preciosidades en chicle.



Quizás para quitar dramatismo a los objetos que representa o a los animales que esculpe... sea lo que sea Maurizio siempre sorprende.

2 comentarios:

Cosechadel66 dijo...

Y el olor a fresita tan rico que tienen que soltar. Será un atentación estar cerca...

Carpe Diem

MACPETADOS dijo...

Sí eso también, que rico, me imagino que por algo tendrán los carteles de no tocar. Tendrían que poner otro de no oler bajo peligro de caer en la tentación...

saludos cosecha!