VIDEOCONSOLAS

No existe un amante de la tecnología que no tenga un videojuego que le haya marcado la vida.

Todos hemos pasado etapas oscuras de autentico cuelgue por una hipnótica maquinita en la que nos hemos gastado montones y montones de monedas de 25 pesetas. y digo oscuras porque, admitámoslo, si hacía falta sisábamos en el monedero de nuestras madres


Desde aquellos tiempos el mundo del videojuego ha cambiado muchísimo: Ir a un local lleno de máquinas recreativas y pagar por una partida en la que te lo jugabas todo con tres vidas es algo que ya está obsoleto y anticuado. Con la invención de las videoconsolas, poco a poco, aquellas entrañables salas de juegos se han ido instalando en nuestras propias casas

Si en mis tiempos mozos alguien me hubiera hablado de un mando inalámbrico que detecta el movimiento con el que puedes jugar al tenis, tú en tu casa, contra un japonés que está jugando en la suya... le habría dicho a esa persona que dejara de ver pelis de Spielberg.

No puedo evitar acordarme del día que jugué por primera vez con una videoconsola recién traída de canarias por el comandante Peña para sus hijos: se trataba del Pong, aquel juego de los dos palitos y el cuadradito que rebotaba

Cuando pienso en aquel enorme artefacto con un sólo juego y observo mi futurista Playstation3, la videoconsola de última generación que sirve para mucho más que para jugar: veo y grabo mis programas favoritos de TV, reproduzco por wi-fi cualquier cosa que tengo en mi ordenador (videos, música, fotos...), navego por internet, descargo música, consulto el correo... incluso algún día juego con un videojuego, con cualquiera hecho por Rockstar, los creadores del GTA (pero eso ya es para otro artículo...)

En fin, una evolución asombrosa la de las videoconsolas muy bien resumida en estos dos vídeos titulados: "La Historia de las Videoconsolas" (Cuidado los nostálgicos que se os saltarán las lágrimas).





Enjoy!

2 comentarios:

MACPETADOS dijo...

"El comandante Peña" que personaje.

Cuando lo lea "El recluta Peña" se partir el culete. jajajajaajaj

Jes dijo...

Ueeee! Todavía anda ese trasto por mi casa! Y me parecía el NO-VA-MÁS del ingenio del hombre blanco! Cuánto hemos evolucionado en lo de sentar las posaderas...

El comandante bien, gracias.