Me encantan estos dos niños tan formalitos, vestidos como de uniforme de colegio de monjas, aparentemente obedientes pero que esconden un lado oscuro. O más bien que están hasta las narices de ir así de vestidos y de hacer caso a sus padres y de no poder ensuciarse cuando juegan en el parque...

Precisamente esa es la imagen que quizás buscaron la agencia Fallon London cunado los chocolates Cadbury (visita obligada a su web) volvieron a encargarles otra nueva campaña mostrando las habilidades que una pequeña pareja de hermanos (el color del vestido de la niña no es casualidad) hace con sus cejas, una coreografía perfectamente sincronizada con el tema "Don´t Stop the Rock" de Freestyle.

Publicidad diercta a los ojitos de los niños y a su reveldía interior. Porque a un niño no lo podemos encarcelar, queridos mayores!.